El jardin de las delicias

El jardin de las delicias
El Bosco

martes, 10 de septiembre de 2013

El pavorreal

Se abanica con la elegancia de las jerarquías, el pavorreal en su recinto salvaje dentro de los boques de la India. Camina portentoso escondiendo detrás de él un espíritu de cantos deleitantes y estéticos. En su corona, las flores que adornan su universo. arrastra detrás de sí, la cola de un cometa de mil colores que no desea aterrizar.
Revive a Argos cuando de su plumaje se descubre aquella máscara que asombra a deidades que ahora ya no existen. No queda claro lo que esconde en su  mensaje cuando el pavorreal se entrega de pecho abierto hacia sus interlocutores. Solo quiere que lo miren en un esplendor que dura pocos minutos. 

domingo, 1 de septiembre de 2013

El caracol



Casita que se arrastra en los días lluviosos. Rastro de plata. Antigua deidad que al ver la rapidez del mundo, prefirió arrastrarse sin prisa. Mirada de cuatro espejos, piel de jabón. Te vuelves obscuro con el fervor de la tierra que te acompaña. Tan vulnerable como un niño pequeño.  Caracol de Jardín, embajador del subsuelo que sale a dialogar con los mortales.
La espiral te acompaña, se torna como el bronce a pesar de lo frágil que es ése tu escudo que cubre todo tu corazón coraza. A la llegada del intruso te escondes en tu castillo. Te pongo en el bolsillo de mi camisa y te llevo a un lugar mejor; allá dónde la humanidad no podrá pisotearte en su descuido.
Caracol de epifanías, transitas taciturno sin rumbo fijo. Marcas de ti todas las superficies, como gotas de agua el filo de las hojas. 

martes, 19 de febrero de 2013

El elefante


Lo conocemos. En los libros de historia, en el zoológico, inadaptado, cuando pensamos en cosas grandes y de singular forma vemos su silueta en la televisión, en algún programa educativo.
Elefante de una vida; compleja aventura llena de retos personales. Dentro de su piel seca, grandes orejas, ojos pequeños que parecen perderse en la majestuosidad de su cuerpo y aquellos colmillos de marfil vírgenes. Se adapta la vista de la sabana o la selva de la India, viven en una tregua total en relación con el hombre.

Se ha dejado marcar y montar. Fue pintado o en las paredes de los templos, se le ha imaginado de tantas formas y tamaños: El esoterismo lo multiplicó por siete, el cine lo deformó haciéndolo rosa y extravagante, incluso le dieron voz cuando pareciera que él solo prefiere quedarse en silencio. Ya no murmura en público.

Su muerte siempre es mal vista en el mundo; Las personas lo buscan para entablar una charla con un rifle entre las manos. Pero él no hace mucho, sabe que es difícil esconderse, en cambio, emigra lejos hacia donde la vida corre en cada estación. No le gusta viajar solo, gusta de escuchar los pasos de sus congéneres.

¿Los elefantes se aman? Desde la punta de su existencia hasta la robusta trompa, sienten el menor susurro, consideran el amor como un rito lleno de rivalidades, con fidelidad eterna. Su dolencia la conforman cientos de sacrificios, caminos largos que van hacia ninguna parte. Lo cierto es que son amantes propios. Reservados y educados.

Ante la barbarie que enfrentan, recuerdan que en el fondo el hombre nunca fué tan dejado de si mismo; nos dieron el perdón que no se gana, ahora que sus vidas decaen en la extinción que parece inevitable. Algunos que viven bajo el espectáculo se olvidaron de la libertad y solo hacen presencia de un cuerpo marfil que ya está vació.

sábado, 14 de abril de 2012

El mapache


Construye un camino de hojas caducas y arroyuelos
quejumbrosos a través del bosque en la conífera.
Los murmullos y los suspiros se recuestan
sobre el antifaz del mapache remojando su rostro al almorzar

lunes, 9 de abril de 2012

El murciélago

Taciturnos los susurros que acompañan el alegre despertar del murciélago en la noche de primavera. Se pierde con cautela y elegancia entre las ramas de un mundo que ahora duerme.

En su vuelo evade el mito de su inmortal figura. combate a mordizcos la ingratitud de los hombres. Se acurruca en los rincones de los techos pueblerinos, sin temor a la muerte.

Murciélago que no envidia a las aves blancas, ni al ocaso de otoño.



domingo, 1 de abril de 2012

El Conejo

Aparece brumoso. Invisible en la llanura occidental
Transformando su salto en un delgado ensueño, hacia un despertar temprano
El conejo susurra con azar de dados
El llamado del misterio y la confabulación

martes, 20 de marzo de 2012

El armadillo

Arribó en un cauce de metal y tierra a las orillas del mundo.

Conservo consigo la armadura medieval. Sus botas frágiles.


Su mirar reservado al caminar, la diplomacia ante el intruso, el corto andar de aristócrata diminuto.


El armadillo se escurre de entre los animales que no lo entienden en su juego intelectual